Libros para leer online y descargar“No temas” murmuré“Nuestro destino es estar juntos”Me sentí repentinamente sobrepasada por la verdad de mis propias palabras. Este momento era tan perfecto, tan correcto.
No había forma de dudarlo. Sus brazos me envolvieron,Estrechándome contra él…Sentía como si cada terminación nerviosa de mi cuerpo fuera una corriente eléctrica.“Por siempre” acepto.“La niñez no es del nacimiento a cierta edad y hasta cierta edad. El niño crece, y se guarda las cosas infantiles. La niñez es el reino donde nadie muere.”Edna St. Vincent Millay. Prefacio. HABIA TENIDO MÁS QUE MI CUOTA CORRESPONDIENTE DE EXPERIENCIAS cercanas a la muerte.
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Link de la descarga: http:// Twitter:@ruysdael_x3. La forma latinizada más popular para el tetragrámaton (YHVH) es Yahvé (o Iahveh, en latín) y, durante la Edad Media, lo fue JeHoVá (o IeHoVa, en latín). Disney's Frozen 'Let It Go' Sequence Performed by Idina Menzel Frozen. Elsa, whose secret powers have just been revealed, flees Arendelle and unleashes her magic. Conoce nuestro infalible Plan o Rutina de Entrenamiento para Comenzar a Correr. Cada día vemos más gente corriendo en calles y parques de nuestras ciudades.
Noera algo a lo que realmente te acostumbras. Parecía curiosamente inevitable, sin embargo, enfrentar la muerte otra vez. Como si realmente estuvieramarcada para el desastre. Había escapado repetidas veces, pero esta seguía volviendo a mí. No obstante, esta vez era tan diferente a las demás. Puedes correr de alguien que temes, puedes tratar de luchar contra alguien que odias. Todas mis reaccioneshabían sido dirigidas hacia aquel tipo de asesinos – los monstruos, los enemigos.
Siendo la persona que estuviese matándote, alguien quien amaras, no tendrías opción que seguir. Cómopodrías correr, cómo podrías luchar, cuando al hacerlo lastimarías a tu amado? Si tu vida fuera todo lo quetuvieras que darle a tu amado, ¿cómo podrías negársela?¿Si fuera alguien a quien realmente amaras?
COMPROMETIDANadie te esta mirando, me prometí a mi misma. Nadie te esta mirando.
Nadie te esta mirando. Pero, porque no podía mentirme convincentemente ni siquiera a mi misma, tuve que echar un vistazo. Como estaba sentada esperando por las tres luces del tráfico en el pueblo que se volvieran verdes, mire aescondidas a la derecha - en su minivan, La Señora Weber dio vuelta completo su torso en mi dirección. Susojos perforaron los míos y me estremecí, preguntándome por qué no bajaba su mirada o se veía avergonzada. Todavía se consideraba rudo mirar fijamente a la gente, ¿no era así?, ¿ya no se aplicaba más eso a mí? Entonces recordé que estas ventanas estaban recubiertas de un color tan oscuro que probablemente ella notenia idea si incluso yo estaba aquí, quedando claro eso alcance su mirada. Intente encontrar algún alivioen el hecho de que no tenía la vista fija en mí realmente, sólo en el auto.
Mi auto. Suspiré. Eche un vistazo a la izquierda y gemí. Dos peatones estaban tiesos en la acera, perdiendo su oportunidadde cruzar mientras miraban fijamente. Detrás de ellos, el Señor Marshall estaba embobado a través de la vidriera de su pequeña tienda de recuerdos. Al menos no tenía la nariz pegada contra el vidrio. Todavía. La luz se volvió verde y en mi apuro por escapar pisotee sobre el pedal del gas sin pensarlo - la forma normalen la que hubiera golpeado a mi viejo monovolumen Chevy para que se moviera."¡Argh!" grite sofocada mientras buscaba a tientas el freno.
Tranquilizándome, simplemente golpe de formaligera el pedal. De todas formas el auto se tambaleo hasta detenerse absolutamente. No aguante mirar alrededor a la reacción. Si había habido alguna duda de quién estaba manejando este autoantes, se había ido ahora. Con la punta de mi zapato, suavemente presione el pedal del gas hacia bajo unmilímetro y medio, y el auto se movió hacia adelante otra vez.
Conseguí alcanzar mi meta, la gasolinera. Si no hubiera estado funcionando - -- No hubiera llegado al pueblodel todo. Iba sin muchas cosas estos días, como Pop- Tarts (galletitas dulces) y cordones de zapatos. Paraevitar gastar tiempo en público. Moviéndome como si fuera en una carrera, tuve la ventanilla abierta, la tapa del depósito de gasolina abajo,la tarjeta escaneada y el inyector en el tanque dentro de segundos. Por supuesto, no había nada que pudierahacer para que los números en el marcador aceleraran el paso.
Ellos hacían tic- tac perezosamente, casi comosi lo hicieran sólo para enojarme. No estaba soleado - un típico día lluvioso en Forks, Washington - pero aún sentía como si un foco meapuntara, atrayendo la atención al delicado anillo en mi mano izquierda. En momentos como este, percibiendolos ojos en mi espalda, se sentía como si el anillo se estuviera moviendo rítmicamente como un aviso deneón: Mírame, Mírame. Era ridículo estar tan acomplejada y sabía eso. Además de mi papá y mamá, ¿realmente importaba lo quela gente estuviera diciendo sobre mi compromiso?, ¿acerca de mi nuevo auto?, ¿acerca de mi misteriosaaceptación en el Ivy League Collegue?
Acerca de la brillante tarjeta de crédito negra que centelleaba en mibolsillo de atrás ahora mismo?"Sí, a quién le importa lo que piensen" Murmuré respirando bajo."Uhm, ¿señorita?" la voz de un hombre llamo. Me di vuelta, y entonces desee no haberlo hecho. Dos hombres estaban parados al lado de un lujoso todo terreno con flamantes kayaks atados en la partesuperior. Ninguno de ellos estaba mirándome, ambos miraban el auto.
Personalmente, no lo entendía. Apenas estaba orgullosa de poder distinguir los símbolos de Toyota, Fordy Chevy. Este auto era negro brillante, elegante, y bonito, pero seguía siendo sólo un auto para mí."Lamento molestarla, pero ¿podría decirme qué tipo de auto esta manejando?" preguntó el alto."Uhm, un Mercedes, ¿si?""Sí," dijo el hombre cortésmente mientras su amigo de más baja estatura entorno sus ojos a mi respuesta."Lo sé. Pero me estaba preguntando..
Mercedes Guardian?" el hombre dijo el nombrecon reverencia. Tuve la sensación de que este tipo se llevaría bien con Edward, mi.. Se supone que no están disponiblesen Europa todavía" el hombre continúo "y mucho menos aquí."Mientras sus ojos examinaban los contornos de mi auto - no se veía muy diferente de otros Mercedes parami, pero ¿qué sabia yo? Contemplaba brevemente mis problemas con palabras como prometido, boda, esposo,etc. Tan solo no podía ponerlas juntas en mi cabeza. Por una parte, había sido criada para que se me pusieran los pelos de punta al simple pensamiento deesponjosos vestidos blancos y ramilletes. Pero más que eso, tan sólo no podía conciliar un formal, respetable,aburrido concepto como esposo con mi concepto de Edward.
Era como moldear a un arcángel como uncontador público. No podía visualizarlo en ningún rol banal. Como siempre, tan pronto comencé a pensar en Edward fui atrapada por un excitante revuelo de fantasías. El extraño tuvo que aclarar su garganta para tener mi atención: todavía estaba esperando por una respuestaacerca de la compañía que hizo el auto y el modelo."No lo sé" le dije honestamente."¿No le importa si me tomo una foto con él?"Me tomo un segundo procesar eso. En serio?, ¿quiere tomarse una foto con el auto?""Claro- -nadie va a creerme si no tengo una prueba"."Uhm. Okay. Bien."Puse de lado rápidamente el inyector y me arrastre lentamente en el asiento delantero para escondermemientras el entusiasta extrajo de su bolso una gran cámara que se veía profesional. Extraño mi monovolumen" me queje.
Muy, muy conveniente - demasiado conveniente- que mi monovolumen haya dado su último respiro sólosemanas después de que Edward y yo hayamos acordado nuestro anómalo compromiso, un detalle el cualera que él tenia permitido reemplazar mi monovolumen cuando este pasara a mejor vida. Edward juro queeso sólo era esperable, mi monovolumen había vivido bastante y entonces había expirado por causas naturales. Según él. Y, por supuesto, yo no tenia forma de verificar su historia o tratar por mi misma de revivir mimonovolumen. Mi mecánico favorito- -- detuve ese frío pensamiento, negándome a terminarlo. En lugar deeso, escuche la voz del hombre afuera, atenuada por las paredes del auto.".. Ni siquiera arrugo la pintura.""Por supuesto que no. Puedes pasar un tanque sobre este nene.
No hay mucho mercado para uno aquí. Diseñado por diplomáticos del Medio Oriente, traficantes de armas, y los lideres que manejan drogas, ensu mayoría.""¿Crees que ella es algo?" preguntó el de baja estatura en voz más suave. Agache mi cabeza."Huh," dijo el alto, "Quizás. No puedo imaginar para qué necesitas vidrios a prueba de misiles y dos toneladasde armadura por aquí. Debe ser conducido en alguna parte más peligrosa."Armadura. Dos toneladas de armadura.
Y vidrios a prueba de misiles? Genial. ¿Qué había pasado con elbuen pasado de moda antibalas? Bueno, al menos esto hacia algún sentido - -si tenias un retorcido sentido del humor. No era como si no hubiera esperado que Edward se aprovechara de nuestro trato, para cargarlo de su ladode modo que él pudiera dar más que recibir. Estuve de acuerdo en que podía reemplazar mi monovolumencuando necesitara ser reemplazado, no esperando que ese momento llegara tan luego, por supuesto. Cuandofui forzada a admitir que mi monovolumen se había convertido en no más que un tributo de naturalezamuerta a los clásicos Chevys en mí acera.
Sabía que su idea del reemplazo iba probablemente a desconcertarme. Hacerme foco de miradas y cuchicheos. Había estado de acuerdo en esa parte. Pero ni siquiera en mis másoscuros pensamientos había previsto que él me daría dos autos. El auto "anterior".
Me dijo que era un auto prestado y que lo devolvería después de la boda. Todo esto notenía absolutamente ningún sentido para mí. Hasta ahora. Ja ja. Porque yo era tan frágilmente humana, tan propensa a los accidentes, tan victima de mi propia peligrosamala suerte, aparentemente necesitaba un resistente tanque como auto para mantenerme a salvo. Muydivertido. Estaba segura que él y sus hermanos habían disfrutado un poco de la broma a mis espaldas. O quizás, tan sólo quizás, una pequeña voz susurró en mi cabeza, no es una broma, tonta. Quizás él estarealmente preocupado por ti.
Esta no era la primera vez que él se volvía un poco exagerado tratando deprotegerme. Suspiré. No había visto el auto de "después" todavía.
Estaba escondido bajo una sabana en el rincón más profundodel garaje de los Cullen. Sabía que la mayoría de la gente habría mirado a hurtadillas hasta ahora, perorealmente no quería saber. Probablemente no había armadura en ese auto - porque no la necesitaría después de la luna de miel.
Virtualmente indestructible era una de las muchas ventajas que yo estaba buscando. La mejor parte acercade ser un Cullen no eran los autos caros ni las impresionantes tarjetas de créditos."Hey," llamó el hombre alto, poniendo sus manos en el vidrio en un esfuerzo por tratar de ver hacia dentro"Ya estamos listos.
Muchas gracias!""De nada." contesté de vuelta, y entonces tensa mientras encendía el motor moví el pedal con cuidado - siempre tan suavemente- hacia abajo.. No importa cuantas veces haya conducido el familiar camino hacia mi casa, aún no podía hacer que losanuncios mojados por la lluvia se descoloraran en el fondo. Cada uno de ellos, sujetado con grapas a lospostes de teléfono y pegados en las señalizaciones de las calles, era un golpe frío en la cara. Un bien merecidogolpe en la cara. Mi mente fue absorbida en el pensamiento. Antes había sido interrumpido inmediatamente. No podía evitarlo en este camino.
No con fotografías de mi mecánico favorito pasando delante de mí aintervalos regulares. Mi mejor amigo. Mi Jacob. Los carteles de ¿HA VISTO USTED A ESTE CHICO? Jacob. Habían sido ideade mi padre, Charlie, quien imprimió anuncios y los esparció por todo el pueblo. Y no sólo en Forks, sinoen Port Angeles y Sequim y Hoquiam y Aberdeen y en cada pueblo de la Península Olímpica.. Se habíaasegurado que todas las estaciones de policía en el estado de Washington tuvieran el mismo anuncio colgadoen la pared, también.
Su propia estación tenía un mural entero dedicado a encontrar a Jacob. El mural estabageneralmente vacío, para su gran decepción y frustración. Mi papá estaba decepcionado más que con la falta de respuestas, con Billy, el padre de Jacob - -y el amigomás cercano de Charlie. Por Billy no estar más involucrado con la búsqueda de su "fugitivo de 1.
Por Billy negándose a poneranuncios en La Push, la reserva en la costa que era el hogar de Jacob. Por su aparente resignación a ladesaparición de Jacob, como si no hubiera nada que él pudiera hacer. Por decir "Jacob esta madurando ahora.Él volverá a casa si quiere hacerlo."Y estaba frustrado conmigo por irme al lado de Billy. Yo no ponía carteles, tampoco. Porque ambos, Billy y yo, sabíamos donde estaba Jacob, más o menos, ytambién sabíamos que nadie había visto a este chico. Los anuncios situaron el usual gran y gordo nudo en mi garganta, las usuales escocidas lágrimas en misojos, y estaba contenta de que Edward estuviera fuera cazando este domingo. Si Edward viera mi reacción,sólo lo haría sentir terrible, también.
Por supuesto, había inconvenientes en que fuera domingo. Mientras me daba vuelta lenta y cuidadosamentesobre mi calle, pude ver la patrulla de policía de mi papá en el camino de entrada de nuestra casa. Se habíasaltado la pesca hoy otra vez. Aún enfurruñándose acerca de la boda.
Así que no pude ser capaz de usar el teléfono adentro. Pero tenía que llamar.. Me detuve en la acera detrás de la figura del Chevy y saque el celular que Edward me había dado poremergencias de la guantera.
Marqué, manteniendo mi dedo en el botón de "colgar" mientras el teléfonosonaba. Por si acaso. "¿Hola?" Seth Clearwater respondió, y suspire de alivio. Yo era demasiado cobarde parahablarle a su hermana mayor Leah. La frase "arráncame la cabeza con los dientes" no era totalmente ensentido figurado cuando venía de Leah."Hey, Seth, es Bella.""¡Oh hola, Bella! Cómo estas?"Atragantada. Desesperada por consuelo. Bien.""¿Llamando para ponerte al día?""Eres psíquico""Apenas.
No soy Alice - tú sólo eres predecible," bromeo. Entre la manada Quileute allá abajo en La Push,sólo Seth se sentía a gusto mencionando a los Cullen por su nombre, menos aún bromear acerca de cosascomo mi próxima cuñada casi sabe lo todo."Sé que lo soy". Vacile por un minuto.
Seth suspiró. "Igual que siempre. No quiere hablar, aunque puede oírnos. Esta tratando de no pensar comohumano. Sólo yendo con sus instintos.""¿Sabes donde esta ahora?""En alguna parte del norte de Canadá. No podría decirte qué provincia. Cualquier indirecta que él pudiera..""Él no va a volver a casa, Bella.
Lo siento."Tragué saliva. Este bien, Seth Lo sabia antes de preguntar.
Es sólo que no puedo evitar anhelarlo.""Sí. Todos nos sentimos igual.""Gracias por aguantarme, Seth. Sé que los otros deben estar haciéndotelo difícil.""No son grandes admiradores tuyos" convino alegremente. Una tontería, pienso. Jacob hizo sus elecciones,tú las tuyas. A Jake no le gusta la actitud de ellos sobre esto. Por supuesto él no esta súper entusiasmado enque lo estés inspeccionando, tampoco"Me quede boquiabierta.
No puede escondernos todo, por mucho que trate."Así que Jacob sabia que estaba preocupada. No estaba segura de cómo sentirme acerca de eso. Bueno almenos él sabía que no había saltado hacia el horizonte y lo había olvidado por completo. Puede ser que élme haya imaginado capaz de eso."Supongo que te veré en la.. Sí, yo y mi mamá estaremos ahí. Fue genial de tu parte que nos preguntaras."Sonreí al entusiasmo en su voz.
Aunque invitar a los Clearwaters había sido idea de Edward, estaba contentade que hubiera pensado en eso. Tener a Seth iba a ser bueno - -un vínculo, no obstante poco convincente, ami padrino de boda perdido."Dile a Edward que le mando saludos, ¿si?""Seguro"Agité mi cabeza. La amistad que había surgido entre Edward y Seth era algo que aún aturdía mi mente. Aunque era una prueba de que las cosas no habían tenido que ser de esta manera. Los licántropos y vampirospodían llevarse bien, muchas gracias, si tuvieran la voluntad de hacerlo.
No a todos les gustaba esa idea."Ah," dijo Seth, su voz se quebró una octava. Er, llegó Leah.""¡Oh, adiós!"La llamada se corto.
Deje el teléfono sobre el asiento y me prepare mentalmente para entrar a la casa, donde. Charlie estaría esperando. Mi pobre padre tenia tanto con que lidiar en estos momentos. Jacob- el- fugitivo era solo uno de los tantos problemas que tenia que aguantar en su sobrecargada espalda. Estaba más o menos preocupado por mi, su apenas- una- adulta- legal hija quién estaba a punto de ser Señoraen sólo unos pocos días más. Caminé lentamente a través de la ligera lluvia, recordando la noche que le contamos..
Así como el sonido del auto de Charlie anunciaba su regreso, el anillo de repente pesaba cincuenta kilos enmi dedo. Quería meter mi mano izquierda en el bolsillo, o quizás sentarme arriba de ella,“Deja de moverte nerviosamente, Bella. Por favor trata de recordar que no estas confesando un asesinatoaquí.”“¡Es fácil decirlo para ti!”Escuché el siniestro, fuerte y bullicioso sonido de las botas de mi padre chocar contra el pavimento. Lasllaves sonaban en la puerta ya abierta.
El sonido me recordó a esas partes de las películas cuando las victimasse dan cuenta que olvidaron cerrar el pestillo…“Cálmate Bella”, Edward susurró, escuchando la aceleración de mi corazón. La puerta golpeó contra lapared, y me estremecí como si hubiera sido atacada con un arma de electrochoque.“Hola, Charlie,” Edward lo saludó totalmente relajado.“¡NO!” pité bajo mi respiración“¿Qué?” Edward susurró de vuelta.“¡Espera a que cuelgue su pistola!”Edward soltó una risita entre dientes y pasó la mano por su despeinado cabello bronce. Charlie salió de la esquina, aún en su uniforme, aún armado, y tratando de no poner caritas cuando nos haespiado sentados en el sofá de dos plazas. Edward le agradaramás. Por supuesto, esa revelación de seguro estaba por acabarse inmediatamente.“Hola, chicos. Qué pasa?”“Nos gustaría hablar contigo,” dijo Edward.
Tenemos buenas noticias.”La expresión de Charlie pasó en un segundo de tensa amabilidad a oscura sospecha.“¿Buenas noticias?” gruñó Charlie, mirándome fijamente.“Toma asiento, Papá.”Levantó una ceja, me miró por cinco segundos, entonces con paso ruidoso se sentó en la orilla del reclinador,su espalda estaba recta.“No te exaltes, Papá”, después de un momento de silencio se lo dije.“Todo esta bien.”Edward hizo una mueca, y supe que había una objeción en la palabra “Esta bien”. Seguro Bella, seguro que sí. Si todo es tan genial entonces ¿Por qué estas tan nerviosa?”“No estoy nerviosa,” mentí. Me ladeé lejos de su feroz ceño fruncido, avergonzada hacia Edward, e instintivamente limpié mi frente conmi mano derecha para remover la evidencia.“¡Estas embarazada!”. Charlie explotó “¿Estas embarazada, no es cierto?”Pensando que la pregunta estaba dirigida a mi, él estaba mirando a Edward, y puedo jurar que vi su manodirigirse a su pistola.“¡No!
Por supuesto que no lo estoy!” Quise darle un codazo en la costilla a Edward, pero sabia que esemovida sólo me podría proporcionar un moretón.¡Le había dicho a Edward que la gente probablemente sacaría esa conclusión! Qué otra razón posible habríapara que personas cuerdas se casaran a los dieciocho años?(Su respuesta hizo que mis ojos giraran. Amor. Claro.)La mirada llena de ira de Charlie se aclaró. Usualmente cuando estaba diciendo la verdad mi cara lo dejababastante claro, y el ahora me creía.“Oh, lo siento”“Disculpa aceptada”. Hubo una larga pausa. Después de un momento me di cuenta que todos estaban esperando a que dijera algo. Miré aterrada a Edward.
No había manera de que me salieran las palabras. Me sonrió y entonces dobló sushombros hacia mi padre.“Charlie, me he dado cuenta de que no he hecho esto en orden. Tradicionalmente, debería haberte preguntandoprimero.
No quise faltarte el respeto, pero como Bella ya ha dicho que sí y no quiero empequeñecer sudecisión en este asunto, en vez de pedirte a ti su mano, estoy pidiendo tu bendición. Nos vamos a casar,Charlie.
La amo más que nada en este mundo, más que a mi vida, y por un extraño milagro ella me ama deesa forma también. Nos darías tu bendición?”. Sonaba tan seguro, tan calmado. Por un instante, escuchando la absoluta confianza en su voz, experimentéun raro momento de entendimiento. Podía ver, fugazmente la manera que el mundo se veía para él. En loque duraba un latido del corazón, esta noticia hacia perfectamente sentido. Y entonces capté la mirada de la expresión de la cara de Charlie, ahora sus ojos estaban mirando el anillo.